Los aceites vegetales se han convertido en un ingrediente fundamental en la vida diaria de las personas, debido a que puede brindar ciertas características sensoriales cuando se utiliza en la cocina. También es sabido que su ingesta regular puede aportar algunos beneficios como son: proveer energía, servir de materia prima para la formación de hormonas que cumplen funciones esenciales en el organismo e inclusive jugar un papel fundamental en la prevención y tratamiento de algunas enfermedades.
Los beneficios que estos pueden aportar a la salud están estrechamente relacionados con la composición de ácidos grasos, los cuales pueden ser saturados o insaturados, aunque deberíamos procurar una mayor proporción de estos últimos. También podría ser valioso tomar en cuenta que un aceite con mayor cantidad de saturados podría tolerar más altas temperaturas y ser de utilidad en otras preparaciones.
En el contexto de una alimentación saludable, diferentes estudios han encontrado que el consumo moderado de los aceites vegetales, gracias su contenido de ácidos grasos poliinsaturados, en especial del tipo omega 3, pueden disminuir las concentraciones de triglicéridos y colesterol en la sangre. Asimismo, los monoinsaturados pueden regular los triglicéridos en sangre y disminuir los niveles de presión arterial.
Asimismo, algunos aceites podrían contener vitamina E, la cual tiene propiedades antinflamatorias, y, por lo tanto, esta puede contribuir en la protección de las células a su deterioro normal.
Otra de las ventajas que puede ofrecer su consumo regular y moderado es en el abordaje de ciertas condiciones de salud, de hecho, un estudio en mujeres postmenopáusicas con diabetes que consumieron tres diferentes tipos de aceites vegetales, encontró que después de ocho semanas de consumo regular y moderado se mejoraba el perfil de lípidos en sangre (colesterol y triglicéridos por ejemplo).
Es importante señalar, que si bien es cierto la evidencia apunta a que su consumo regular puede impactar de forma positiva nuestra salud, no se debe olvidar que su consumo debe ser con moderación y como parte de una alimentación variada y balanceada junto con un estilo de vida positivo, que incluya actividad física, bajo consumo de alcohol, nulo consumo de tabaco, bajos niveles de estrés, sueño en buena cantidad y calidad.
Por último, elegir un aceite vegetal, aparte de brindarte estos potenciales beneficios debe ser una elección que se ajuste a tus gustos, preferencias, presupuesto y las necesidades específicas que tengas al momento de preparar tus alimentos.
Referencias:
Background, H., & Hydrogenation, O. F. (2017). Practical Guide to Vegetable Oil Processing. https://doi.org/10.1016/B978-1-63067-050-4/00007-6
Vega, C., & Alvarado, H. (2020). Química Agroindustrial (Primera ed). Universidad Estatal a Distancia. https://libreriavirtual.uned.ac.cr/LibreriaVirtual/SitioLibreriaVirtual/PageDetalleLibro.aspx?Page=5&cod=U09262